TRASTORNOS ALIMENTARIOS DESDE LA TBE

Hoy quiero hablaros de los trastornos alimentarios desde la Terapia Breve Estratégica ya que desde esta modalidad, tenemos una perspectiva diferente de los trastornos en general. No vemos enfermos o locos, poniendo un diagnóstica o etiqueta y creando un juicio respectivo. Nos fijamos en los problemas que las personas nos presentan y nos centramos en las soluciones para resolverlos. Utilizamos una lógica no ordinaria y buscamos entender el sistema perceptivo-reactivo según el cual la persona percibe el mundo de una forma determinada y actúa en consecuencia a ello.

En concreto en los trastornos alimentarios, hacemos una clasificación diferente a la tradicional en el DSM (manual diagnóstico de enfermedades mentales):

  • ANOREXIA
  • BULIMIA
  • VOMITING
  • BINGE EATING

En todos hay un elemento de control, por falta o exceso.

En la anorexia hay una abstinencia de la comida y de las sensaciones placenteras en general y un control compulsivo de la comida basado en una fobia. Empieza por un miedo a engordar y de tanto controlar y tener éxito, acaban temiendo a la comida en sí misma y no se permiten disfrutar de ella. Por ende, acaba limitando todas las sensaciones placenteras en su vida de forma que deja de salir con amigos o familia, no tiene relaciones sexuales, no realiza actividades que le gusten porque su mundo se reduce a controlar lo que come y se ejercita.

Describimos dos tipos, las sacrificantes y las abstinentes. En las primeras, el trastorno tiene una ventaja secundaria en la que sus síntomas pueden tener una función en el contexto familiar como por ejemplo: desplazar la atención de la enfermedad de un pariente… En las segundas, se desarrolla en relación a sí misma. Suelen abstenerse de la comida, hacen dieta y ejercicio de forma rígida. Dentro de esta categoría, hay que distinguir entre las que viven con la familia porque son adolescentes y las adultas que tienen su vida organizada en función de su problema con la comida. Logran sobrevivir porque consiguen un equilibrio y viven con el mínimo de calorías, es un proceso de homeostasis. En ambas, tenemos que indagar qué soluciones intentar realizar ellas mismas para resolver su problema y cambiarlas por otras más funcionales. El principio básico que empleamos es el de volver a recuperar el placer de comer, poco a poco.

En la bulimia, distinguimos tres tipos, dentro de los cuales no se realizan acciones purgatorias. El primero es el de las personas que comen por placer. Simplemente porque disfrutan y les apasiona tanto comer que no les importa nada más que eso. Suelen llegar a consulta cuando el médico les recomienda ir a un psicólogo para cambiar su relación con la comida por su salud. Son personas que no se fijan en su físico porque lo que más les gusta es disfrutar comiendo.

En el segundo tenemos a esas personas que tienen un problema de base detrás (puede ser físico o emocional) que no saben o no quieren o no pueden gestionar y para calmar esas emociones (tristeza, rabia, ansiedad, frustración…), comen. Normalmente al detectar ese problema de base y tratarlo, conseguimos avanzar mucho en el problema con la comida.

El último es el más habitual, son personas que alternan una dieta estricta con un período de descontrol total en el que engordan el triple de lo que habían perdido en la dieta anterior. Por ese mismo motivo, vuelven a ponerse a dieta estricta y así se cierra el círculo vicioso. Tenemos muchas herramientas para tratar este problema que es tan prolongado en el tiempo que ya se ha perdido la fe en uno mismo, se sienten frustrados e impotentes por tantos intentos que ya no saben pensar en nada más que en su peso.

En el vomiting, encontramos un proceso inicial en el que el miedo a engordar, le hace recurrir a vomitar como solución intentada. Al principio funciona como estrategia para no engordar pero poco a poco esa sensación de liberarse cada vez que vomita acaba enganchándola de forma que no puede dejar hacerlo de forma compulsiva. Es una compulsión basada en el placer ya que busca sentir sensaciones: primero buscar y anticipar el deseo de comer todo aquello que le apetezca, después llenarse comiendo hasta que no puede más para finalmente, librarse de toda la comida y descargar. Podríamos hacer un símil del acto sexual. Sus inicios pueden venir de una anorexia y por lo tanto intentará no comer nunca pero cuando pierda el control, desembocará en un atracón con su consiguiente vómito para poder adelgazar… O de una bulimia y comerá todo lo que le apetezca (por placer, o cuando tenga un problema determinado cuando venga de una dieta estricta) y después no tendrá más remedio que vomitar para mantener el peso. Como en este caso el elemento de base es el placer, tenemos que revertirlo y convertir el vomitar en una tortura para que deje de ser una compulsión.

Ampliaré sobre este TCA en concreto en otro post. ya que es muy común y tenemos mucha información acerca del sistema perceptivo-reactivo de las personas que lo sufren.

En el binge eating o trastorno por atracón, se da una alternancia entre ayuno o restricción total y comilona o atracón. Al principio, de forma programada teniendo en cuenta que tiene una fiesta o un cumpleaños, etc. Hasta que se descontrola y al final son más atracones que ayunos y no lo pueden evitar. En este caso no hay purgación, su compensación es el ayuno, el cual deriva en otro atracón. Su principal miedo es el de descontrolarse y volver a tener un atracón. Como solución clave, tenemos que centrarnos en el ayuno, temer al ayuno porque es el predictor del atracón. Insertamos un miedo mayor.

Si queréis que profundice más en algún trastorno no dudéis en comentármelo. Espero poder ayudar a muchas personas que los sufren… En otro post hablaré sobre los «nuevos» TCAs (ortorexia, ebriorexia…) y cómo lo trataríamos desde la TBE.

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