gordofobia

GORDOFOBIA, PRIVILEGIOS Y TRASTORNOS ALIMENTARIOS

Imagínate que la vida es una carrera y conseguir estar delgad@ es la meta final con recompensa de un millón de euros…

Pero antes… Da dos pasos hacia delante si:

  • De bebé no tuviste ninguna complicación de salud o enfermedad
  • No te ponían nada dulce en el chupete para dormirte (alterando tu umbral del sabor)
  • De peque respetaron tu conexión con la comida y las señales de hambre
  • No te han dicho nunca te lo acabas o te lo meto con embudo
  • No te han juzgado desde peque por cuánto comes o dejas de comer
  • No has visto como tus hermanos o amigos podían comer de todo y a ti te lo prohibían
  • No te han dicho si no te lo comes, te lo cenas y sino para desayunar mañana
  • No te han hecho referencias a tu cuerpo hasta la edad adulta
  • No te han puesto a dieta de forma externa sin decidirlo tú
  • No has hecho dieta siendo menor de 16 años
  • No te han dicho nunca deberías «aprender de menganito»
  • No te han comparado desde peque de forma despectiva con otros niños por su cuerpo o cómo de bien comían
  • No te han dicho nunca compórtate finamente y come poco como una señorita
  • No te han hecho creer que si engordas nunca vas a encontrar novi@ o nadie te va a querer
  • No te han dicho nunca «si algo no te gusta, ver, oír y callar» (tu opinión no es válida, no marques límites, no luches por lo que quieres, indefensión aprendida…)
  • No te has creído lo de que » para presumir hay que sufrir»
  • No te han dicho nunca » hacer deporte es de marimachos o solo para hombres “ generando vergüenza en ti por hacer deporte
  • No tenías unos padres obsesionados con la comida, el deporte o el físico
  • Tus padres no se han operado una o varias veces solo por estética
  • No has tenido un padre que criticaba a tu madre por estar gorda o engordar
  • Tenías unos padres que se preocupaban por tu alimentación y bienestar
  • Has tenido en casa siempre una alimentación rica en nutrientes y variada
  • Tenías padres contigo las horas que estaban en casa y no te dejaban siempre con extraños u otros familiares (déjandote la mayor parte de tu infancia solo, con el único consuelo de… la comida?)
  • No te han dicho mil veces «pobre, qué gordita, con lo inteligente/buena/divertida que es»
  • No te han pegado, machacado, juzgado, humillado por estar gord@
  • No te han violado o abusado de ti
  • No te han recomendado profesionales de salud tomar sustancias ilegales con tal de adelgazar
  • No te ha dicho nunca el médico que todos tus problemas se deben a tu peso
  • No te han hecho una dieta en la que has pasado un hambre canina luchando contra la naturaleza y supervivencia humana
  • No has bajado 10-15-20 o más kgs en poco tiempo por las pautas de un dietista o haciendo dietas que te aseguran que es lo que necesitas para cuidarte y quererte (y lógicamente no has podido mantenerlo y has vuelto a engordarlos, una o varias veces)
  • No te han inculcado en el gym que no puedes hacer ciertos ejercicios solo para promover que peses menos y no hacer músculo porque pesa
  • No te han insultado por la calle por tu cuerpo

Si no te ha pasado nada de esto, tienes privilegios, tienes mucho avanzado en la carrera… Y desde tan lejos que estás de los que no han podido avanzar nada, no eres capaz de ver todo lo que abarca haber vivido alguna o muchas o todas estas situaciones.

Es muy fácil juzgar y decir eso de que “no hay que promover o normalizar la obesidad” porque lo que tienen que hacer no es tan difícil “comer menos o mejor y moverse más”.

Las personas que han pasado por una serie de experiencias como las descritas anteriormente tienen serios problemas en su vida (gestión emocional, trauma, resiliencia, apegos inseguros o desorganizados, cero autoestima…) y te aseguro que tener un cuerpo que no entra en los estándares de belleza no debería ser uno de ellos.

La realidad es que cada persona, con su historia, educación, valores, experiencias de vida, factores socioeconómicos, antecedentes familiares, genética, particularidades, gustos… Hace lo que puede por su salud.

Lo que puede y/o sabe. Es todo subjetivo, la ciencia es general y teórica pero la individualidad y personalización es totalmente necesaria y pragmática… No nos olvidemos que en los cuerpos habitan PERSONAS, CON SUS SENTIMIENTOS.

Hace falta muchísima divulgación en inteligencia y gestión emocional, herramientas de gestión del estrés, de asertividad y comunicación, de empatía y conocimiento de valores… Y en base a eso, desarrollarnos individualmente como personas fuertes y estables, que se quieren y se cuidan y entienden y aceptan que no son máquinas perfectas ni robots que configurar.

Que la mente humana es compleja y necesitamos más humanidad para abordarla y trabajarla.

Si te preocupas por su salud, preocúpate también por luchar por un cambio en el sistema, preocúpate por divulgar con conocimiento y entendiendo cómo funciona ahora el sistema.

Un sistema de salud pesocentrista que desde que eres pequeño mide si estás en un percentil “correcto” y no tiene en cuenta nada más que el IMC (cuestionario de hábitos? Cómo comen los padres? Qué necesita el/la niñ@ si vemos que come en exceso o de forma ansiosa?)

Que la solución que ven es poner una dieta al peque haciendo que asocie una categorización moral a los alimentos y que entienda que algo está mal en él, que tiene que cambiar porque no le aceptan o no es suficiente (solo porque está gordo o es más grande que sus compañeros…).

Por lo tanto, un sistema profundamente gordofóbo, con profesionales sin actualización, que medican y parchean antes de ir a la raíz del problema para solucionarlo… “¿Tienes ansiedad? Vete al psiquiatra a que te mediquen”… «¿Para qué ir al psicólogo?¿Para hablar? Tonterías…»

Un sistema en el que además no hay profesionales en la sanidad ni educación pública que refuercen la importancia de la salud holística (física, mental, espiritual). Nadie nos enseña sobre inteligencia o gestión emocional, sobre nuestros pensamientos, sobre la importancia de valorarnos y querernos, de cuidarnos en todos los aspectos (nutricional, movimiento, descanso, estrés, fuerza, digestiones, energía, inflamación…).

Profesionales que en sus carreras (Psicología, Dietética y Nutrición, Ciencias de la Actividad Física) se siguen dando datos desactualizados o incompletos o poco pragmáticos o aplicados a todas y cada una de las personas como seres individuales.

Toda una vida condicionada a creer que en la delgadez estará la felicidad y cuantas más dietas haces, más entras en el bucle y la espiral que te absorbe. Consigues bajar de peso a base de mucho esfuerzo y cuando ya no puedes más con tu alma, te abandonas y dejas de hacer todo eso que hacías PARA CAMBIAR TU CUERPO, NO PORQUE LO QUISIERAS. Porque si lo quieres, no le haces daño, lo cuidas y proteges. Por eso es tan importante la autoestima. Quererse y aceptarse, para darse lo mejor que uno merece. Y pueden pasar dos cosas:

O que cada vez que vuelves a engordar vuelves a sentir el fracaso dándote en el cogote, fomentando en ti la sensación de que no eres capaz de soportar algo tan duro, percepción de autoeficacia anulada, apatía, machaque, autoodio y abandono… (Hasta que vuelvas a intentarlo de una u otra forma: balón gástrico, operaciones, más dietas… Y vuelvas a repetir el bucle)

O que se te vaya de las manos y sientas que no puedes dejar de CONTROLAR todo lo que comes hasta caer en la anorexia, bulimia, o cualquier otra forma de TCA que se retroalimenta con un miedo atroz a volver a engordar.

Por favor, entendamos la importancia de querernos YA. Nuestro cuerpo es válido y perfecto porque nos mantiene VIVOS y desde esa valoración y cuidado, es mucho más viable tomar las riendas de nuestra vida en cuanto a conductas y hábitos saludables.

Quiérete independientemente de que dicte la sociedad, de lo que digan los medios, los famosos, las modas, las miles de industrias que sacan beneficios de todo este sistema (farmacéutica, alimentaria, moda, belleza…). Se lucran al generarnos problemas e insatisfacciones para los cuales ellos tienen cura o solución. Por eso tenemos que empoderarnos, todos, desde la empatía, la unión de fuerzas, promoviendo la conexión con nuestro cuerpo y no despersonalizar los cuerpos (en ellos habitan personas con emociones y sentimientos).

Solo podemos hacer este trabajo desde la escucha, el respeto y el amor propio, mientras sigamos en la lucha de EGOS de quién tiene la razón, el mejor método, el más sano, el que más se cuida, el que tiene más abdominales o más seguidores o más dinero o más éxito… Seguiremos con una mirada superficial de lo que es la vida en nuestra sociedad. Y qué pena, porque creo que es MUCHO MÁS…

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Volver arriba
¿Necesitas ayuda?